Un bien tan preciado como el agua, requiere que de forma permanente, se estén realizando operaciones de vigilancia y mantenimiento de la red que lo transporta. Aunque estén enterradas, la tecnología actual permite detectar el estado de funcionamiento de las mismas, analizando presiones, caudales e incluso detectando puntos de fuga, podemos adelantarnos a cualquier fallo en el sistema.

Dos de las principales operaciones que se realizan en el mantenimiento de una red de abastecimiento son, por una parte, el alta de nuevas acometidas (que con la tecnología actual no requieren cortes en los sevicios, ya que se hacen con la tubería en carga o con presión) y por otra, las nuevas conexiones y renovaciones de la red actual.

En este ultimo caso, es necesario de forma inevitable realizar un corte en el suministro, por lo que le recomendamos que almamece el agua en recipientes limpios, blancos o transparentes, de cristal o plásticos PET, tapándolos para evitar que entre polvo o residuos y la manipulación con las manos. Aunque se procede al vaciado completo y desinfectado antes de su puesta en sevicio, después de un corte pueden producirse arrastres y bolsas de aire como consecuencia de llenado, por lo que le recomendamos deje abierto el grifo un tiempo, hasta comprobar que la tonalidad del agua vuelve a ser normal. Si nota una disminución del caudal después de restaurado el servicio, le recomendamos limpie los filtros de su grifos, si esto no soluciona el problema, póngase en contacto con nosotros.

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